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No es excusa, pero Cristian nunca fue un hijo deseado. De hecho, nació después de que su madre fuese violada por un vecino, que acabó condenado a 10 años de prisión por el abuso. Sin embargo, la restrictiva ley de Florida respecto a los abortos impidió que la menor, entonces una niña de sólo 11 años, pudiese interrumpir el embarazo.
Antes de cumplir los seis años, su madre se casó con Luis Alfonso Galarrago Blanc. Convivieron juntos durante casi cinco años sin graves problemas, pero el matrimonio se rompió de la manera más trágica imaginable: Galarrago Blanc se suicidó delante de los hijos de la pareja después de dar una brutal paliza a Cristian.
Aquel hecho marcó profundamente la ya difícil personalidad del niño que, apenas seis meses después, fue detenido acusado de ser el responsable de la muerte de su hermanastro. Tenía 12 años.
Madre negligente
La tarde del 14 de marzo de 2011, Biannela Marie salió de su casa y dejó a Cristian, el mayor de sus hijos, a cargo del cuidado de sus hermanos. Cuando regresó por la noche, se encontró al más pequeño, de dos años, inconsciente sangrando por la nariz y los oídos.
Cristian le dijo que se había “caído de la cama”. Biannela le limpió y lo volvió a acostar. Entonces se puso a navegar por internet buscando información sobre famosos, descargando música y realizando algunas operaciones bancarias.
Sólo dos horas después de volver a casa, y tras comprobar que su bebé no reaccionaba, buscó también en internet los síntomas que presenta una persona “con un golpe en la cabeza”, según reflejan los documentos de la investigación policial. En ese momento, asustada, avisó a emergencias.
Su hijo pequeño falleció en el hospital tras dos días en cuidados intensivos con una fractura de cráneo. La autopsia confirmó que si Biannela Marie hubiera avisado a los servicios médicos nada más llegar a casa, el bebé habría tenido muchas posibilidades de sobrevivir. La joven, de 25 años, fue procesada y se declaró culpable de comportamiento negligente. Ahora espera que el juez confirme una condena que estará entre los 13 y los 30 años de prisión.
Juzgado como un adulto
En el caso de Cristian, la fiscalía le acusó de asesinato en primer grado y pidió que se le juzgara como un adulto por la gravedad de su crimen y sus comportamientos antisociales previos. El magistrado que lleva su caso aceptó la petición y el menor se encuentra a la espera de un juicio en el que se enfrentará a una más que probable pena de cadena perpetua.
De nada ha servido una iniciativa popular que ha recogido más de 190.000 firmas en todo EEUU y que pide que la justicia de marcha atrás para juzgar a Cristián Fernández como lo que es, un menor.
La fiscalía se opone frontalmente a esta opción, que implicaría que a los 21 años Fernández podría quedar libre. Según han argumentado los responsables de la acusación en un comunicado: “tenemos que proteger a la sociedad de este individuo. Aplicar la pena máxima a un niño de 12 años es algo muy triste, pero es la única medida legal que tenemos para asegurar la seguridad de los ciudadanos”.
Fuente de Informacion: La informacion.com
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